El Horno Alto de Sestao, una visita que no deja indiferente

Un grupo de visitantes se dirige al Horno Alto

La Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral es la encargada de las visitas al Horno Alto, una actividad que cuenta con una gran acogida porque “es esencial saber de dónde venimos”

Recientemente, dentro de las Jornadas de Patrimonio Europeas, se han organizado nuevas visitas al Horno Alto. ¿Qué balance hacéis de las mismas?
La Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral viene participando desde hace años en estas Jornadas, dado nuestro especial interés por recuperar, conservar y poner en valor el patrimonio industrial de nuestro entorno, siendo el Horno Alto de Sestao uno de sus máximos exponentes. Nuestro balance es muy positivo, todas las visitas han cubierto el aforo, incluso con lista de espera. Los meses de noviembre y diciembre tenemos previstas más visitas en el marco de programas de turismo industrial promovidos por la Fundación y apoyados por Basquetour y el área de Cultura del Ayuntamiento de Sestao. El aforo para estas jornadas también está completo. También hay personas interesadas para las próximas ediciones en 2023.

Más allá de esta última ocasión, son ya varios años organizando visitas de forma periódica. ¿Qué acogida tienen estas actividades por parte de la población?
La acogida es buenísima. Las valoraciones de los asistentes son muy favorables y todas ellas destacan el interés de este tipo de iniciativas que venimos desarrollando desde hace años. Tenemos desde personas de fuera de Euskadi que quieren conocer nuestro pasado industrial, hasta aquellos que viven en el entorno de Sestao, antiguos trabajadores de la siderurgia o familiares de extrabajadores. La horquilla de edad también es muy diversa, desde gente joven o de mediana edad, hasta jubilados.

¿Cuáles son los aspectos que más recalcáis en las visitas?
Tratamos de destacar no sólo el valor del patrimonio industrial de la Margen Izquierda, sino también el impacto social y económico de la actividad siderúrgica que se desarrolló durante todo el siglo XX. Consideramos algo esencial conocer ‘de dónde venimos’ para saber ‘hacia dónde vamos’. En esta tarea la participación de nuestro voluntariado senior es esencial. Son personas que tienen algo que aportar (conocimientos, experiencias, etc.) y voluntad de aportarlo en beneficio de los demás. Su participación activa en los proyectos de la Fundación es inestimable.

¿Qué es lo que más llama la atención a los visitantes?
El poder conocer tan de cerca la historia de la siderurgia en nuestro entorno, el funcionamiento del Horno Alto y las condiciones de trabajo que se vivían en la época. También muestran gran interés en la historia social y la repercusión que tuvo en la Margen Izquierda toda la industria. Pero, sin duda, lo que más atractivo despierta en los visitantes es escuchar la historia en boca de personas, nuestros voluntarios senior, que la han vivido como protagonistas de la misma.

Desde las instituciones se está trabajando en dar un impulso al turismo industrial y poner aún más en valor el Horno. ¿Cómo valoráis estos trabajos y cómo podrán repercutir en vuestra labor?
La Fundación ha estado siempre determinantemente posicionada a favor de todos los trabajos de conservación y puesta en valor del patrimonio industrial de nuestro entorno, y especialmente del Horno Alto de Sestao, con el que estamos históricamente vinculados. Por ello, toda iniciativa pública que tenga como objetivo impulsar el turismo industrial y la puesta en valor del patrimonio industrial del entorno es bienvenida. En ese sentido, somos conscientes y agradecemos los esfuerzos que están haciendo las instituciones, en la línea que se ha hecho en otros países de Europa. Muchos visitantes echan de menos, por ejemplo, poder hacer la visita al interior del Horno Alto, que lleva tiempo en proceso de restauración. Sería ideal que esas labores se culminaran pronto, para poder ofrecer ese valor añadido a las visitas.

Además de estas visitas concretas al Horno Alto, ¿qué aspectos se trabajan en vuestra Fundación?
En el ámbito del turismo industrial, promovemos visitas también a El Regato-Errekatxo y sus alrededores, a los cargaderos de mineral de Barakaldo, etc. Desde hace unos años también promovemos una visita a la Vía Verde de Itsaslur (desde Pobeña), que tiene también una gran acogida. Concretamente en Sestao, también promovemos una ruta guiada a pie por los enclaves más significativos: ‘Las huellas de AHV en Sestao’. Además, entre otras labores, la Fundación está inmersa en proyectos de empleo-formación, y gestiona el edificio de la antigua Alhóndiga de Barakaldo, desarrollando itinerarios de acompañamiento a la inserción laboral.