Adiós al Colegio Rebonza, testigo de generaciones y escuela de vida

Su demolición deja atrás más de 90 años de vida en los que, además de instruir a niños durante décadas, albergó educación para adultos e Iniciación Profesional, y fue también cuartel en la Guerra Civil
El antiguo Colegio de Rebonza está siendo derribado y sobre su solar se levantará una residencia de ancianos en un pueblo que ya cuenta con dos, pero que también tiene una población muy envejecida. Según se anuncia estará organizada por unidades convivenciales y alojará un centro socio-sanitario.
Cuando un edificio público se derriba, parte de la memoria colectiva desaparece, así que se hace necesario repasar el origen de este y los servicios que ha prestado a Sestao.
Siendo Niceto Alcalá Zamora presidente de la II República e Indalecio Prieto ministro de Obras Públicas, realizaron un viaje a Vizcaya en el que el presidente colocó la primera piedra de este colegio, que se inauguró llevando su nombre.
El edificio fue proyectado por el arquitecto Santos Zunzunegui, que tantos edificios singulares proyectó en Sestao, y este lo abordó también con un cierto estilo neovasco en una zona entonces de prados y muy pocos caseríos. Cuando en julio de 1936 se produjo el levantamiento militar, fue utilizado para instruir e incorporar a los sestaoarras a las fuerzas republicanas.
Tras la aprobación del Estatuto de Autonomía albergó un cuartel del Batallón Gordexola hasta que, pasada la contienda civil, volvió a su uso escolar, pero ya con el nombre de General Mola. Han quedado en la memoria los animados partidos de fútbol que niños y jóvenes jugaban en su patio las mañanas de los domingos.
La primera corporación del actual periodo democrático le asignó el nombre de CP Rebonza y gestionó ante la Consejería de Educación la remodelación de este edificio, que ante el mal estado que presentaba en los primeros 80, aceptó. El proyecto levantó otra planta más, motivo por el que perdió el singular estilo del diseño inicial.
A primeros de junio de 1979, con motivo de una fiesta de fin de curso, bajo el arco de entrada a este colegio, el grupo BIHAR de Sestao realizó la primera de sus más de cinco mil actuaciones con los títeres. Eran los tiempos de la renovación pedagógica en la que varios profesores participaban y promovieron esta actuación, que fue precedida por otra de varios alumnos que, orientados por estos profesores, habían realizado un breve espectáculo.
Tras su uso escolar, acogió primero un Centro de Educación Permanente de Adultos que, además de posibilitar contar con el certificado de la ESO, ofrecía una serie de enseñanzas muy interesantes como talleres, idiomas, etc. Con posterioridad también se instaló allí el Centro de Iniciación Profesional que ha ayudado a muchos jóvenes.
Con el deterioro del edificio y la planificación del derribo para otro uso quedó desocupado hasta que un par de máquinas lo han derribado, eliminando un edificio que ha formado parte de las vivencias de varias generaciones. Sirvan estas líneas, y otras muchas que se deberían escribir, para que generaciones futuras conozcan este ajetreado pasado.
Felipe Garduño